Manejo desde Atención Primaria de pacientes con obesidad mórbida que no se plantean cirugía bariátrica.

Resumo

AP y EF:

Paciente A: Mujer, 28 años.  SOPQ con hirsutismo y androgenismo leve, tiroiditis autoinmune e hipotiroidismo subclínico, colecistectomía por colelitiasis. 143.6 Kg, 171 cm, IMC 49.6. Tratamiento actual con ACHO.

Paciente B: Mujer 39 años. Hernioplastia umbilical. 144.6 Kg, 172 cm, IMC 48.8. No tratamiento crónico.

EF de ambas resulta anodina.

Estamos ante dos pacientes con obesidad grado III, que rechazan cirugía bariátrica, por lo que ofrecemos probar con cambios dietéticos, ejercicio físico y liraglutide en dosis progresivas.

EVOLUCIÓN:

La paciente A decidió esperar para iniciar liraglutide y comenzó con hábitos saludables, consiguiendo perder 7.5 kg en 6 meses, momento en el que empezó con liraglutide (1.2 mg), posteriormente disminuyó a 0.6 mg por mala tolerancia digestiva; en ese había logrado una reducción de 5.9 Kg en mes y medio. Probamos tolerancia con dosis intermedia (0.9 mg), que fue efectiva y permitió seguir aumentando dosis hasta 2.4 mg. Actualmente sigue con la misma dosis y ha perdido 16.5 kg desde que inició liraglutide y 24 kg en total (119.6 Kg, IMC 40.9), normalizándose también las pruebas de función tiroidea.

La paciente B inició liraglutide consiguiendo perder 16 Kg en 3 meses. Por los efectos adversos decidió un periodo de descanso de 6 meses manteniendo hábitos dietéticos y ejercicio físico, lo que le permitió seguir disminuyendo de peso (107.8 Kg), momento en el que reinicia liraglutide y, actualmente con 1.2 mg/día pesa 102.8 Kg, habiendo perdido 41.8 Kg en total.

CONCLUSIONES:

Liraglutide es un fármaco supresor del apetito, lo que permite una pérdida de peso de alrededor del 10% a los 6 meses del tratamiento. No obstante, como podemos observar, la pérdida puede ser mucho mayor en pacientes seleccionados, por lo que es una opción terapéutica importante a tener en cuenta en el día a día de nuestras consultas.